Un huerto sin tierra, un garaje para coches eléctricos o una silla de ruedas controlada por el parpadeo de los ojos demuestran el talento de los jóvenes creadores.
Se dice que las ideas de los jóvenes están llamadas a cambiar el mundo. Pero también hay talentos precoces que mejoran el presente. Así lo demuestra el Certámen Internacional Don Bosco, celebrado en Zaragoza, que acaba de distinguir los inventos de los jóvenes creadores.
Nada menos que 62 proyectos han logrado pasar a la final del certamen de inventores, con prototipos que son considerados con mucha atención por las empresas para su posterior fabricación a nivel industrial. Y es que el talento siempre acaba encontrando una salida. Los jóvenes estudiantes, contra el criterio de Unamuno, sí han decidido inventar ellos.
El primer premio ha ido a parar a dos estudiantes del Colegio de los Salesianos de Vicenza (Italia). Daniele Costa y Amir Jalcin han invertido tres años en desarrollar el Optichair , un sistema de guiado óptico que permite a los afectados por esclerosis el controlar su silla de ruedas con el parpadeo de sus ojos. Tras numerosos ensayos, fueron acumulando y contrastando experiencias, hasta conseguir niveles de eficiencia que se acerca al 90%.
Realmente curioso es el invento de dos estudiantes alicantinas, Lorena Pérez y Sofía Clemente, que han desarrollado el proyecto "Cultivo hidropónico sostenible". Lo conseguido, a nivel práctico, es cultivar sin tierra, utilizando solamente agua. Así han creado su particular huerto de tomates y la innovación está llamada a hacer furor en las azoteas , ya que la eliminación de la tierra facilita que , en el espacio donde antes cabían 9 plantas, ahora puedan colocarse 25. El sistema diseñado controla la temperatura del agua a través de la energía geotérmica y la desinfecta con luz ultravioleta, con lo que se ahorra energía, un factor muy importante en los tiempos actuales.
El barcelonés David Sánchez ha ideado un sistema que, instalado en aparcamientos comunitarios, permite recargar los vehículos eléctricos mientras sus propietarios duermen y se aprovecha la reducción de la tarifa nocturna. Se trata de un desarrollo inteligente de carga por turnos, dotado de un analizador de redes, que efectúa un rastreo para empezar por los vehículos más descargados. En una segunda fase, el sistema podría encargarse de la gestión energética de la red de recarga y del consumo de cada uno de los vehículos.
Los estudiantes zaragozanos también han tenido una brillante participación. Así, Manuel Fauro ha ideado un tendedero para personas con movilidad reducida o problemas de espalda. Se trata de un ingenioso dispositivo que, pulsando un botón, entra en casa y vuelve a salir por la ventana, sin necesidad de agacharse ni asomarse al exterior.Otra pareja de zaragozanos, Eva Gracia y Kevin Diz, han desarrollado un sistema para reciclar las zapatillas viejas de deporte, con lo que suman un nuevo y curioso elemento a la carrera del reciclaje.
Fuente: www.cincodias.com
Se dice que las ideas de los jóvenes están llamadas a cambiar el mundo. Pero también hay talentos precoces que mejoran el presente. Así lo demuestra el Certámen Internacional Don Bosco, celebrado en Zaragoza, que acaba de distinguir los inventos de los jóvenes creadores.
Nada menos que 62 proyectos han logrado pasar a la final del certamen de inventores, con prototipos que son considerados con mucha atención por las empresas para su posterior fabricación a nivel industrial. Y es que el talento siempre acaba encontrando una salida. Los jóvenes estudiantes, contra el criterio de Unamuno, sí han decidido inventar ellos.
El primer premio ha ido a parar a dos estudiantes del Colegio de los Salesianos de Vicenza (Italia). Daniele Costa y Amir Jalcin han invertido tres años en desarrollar el Optichair , un sistema de guiado óptico que permite a los afectados por esclerosis el controlar su silla de ruedas con el parpadeo de sus ojos. Tras numerosos ensayos, fueron acumulando y contrastando experiencias, hasta conseguir niveles de eficiencia que se acerca al 90%.
Realmente curioso es el invento de dos estudiantes alicantinas, Lorena Pérez y Sofía Clemente, que han desarrollado el proyecto "Cultivo hidropónico sostenible". Lo conseguido, a nivel práctico, es cultivar sin tierra, utilizando solamente agua. Así han creado su particular huerto de tomates y la innovación está llamada a hacer furor en las azoteas , ya que la eliminación de la tierra facilita que , en el espacio donde antes cabían 9 plantas, ahora puedan colocarse 25. El sistema diseñado controla la temperatura del agua a través de la energía geotérmica y la desinfecta con luz ultravioleta, con lo que se ahorra energía, un factor muy importante en los tiempos actuales.
El barcelonés David Sánchez ha ideado un sistema que, instalado en aparcamientos comunitarios, permite recargar los vehículos eléctricos mientras sus propietarios duermen y se aprovecha la reducción de la tarifa nocturna. Se trata de un desarrollo inteligente de carga por turnos, dotado de un analizador de redes, que efectúa un rastreo para empezar por los vehículos más descargados. En una segunda fase, el sistema podría encargarse de la gestión energética de la red de recarga y del consumo de cada uno de los vehículos.
Los estudiantes zaragozanos también han tenido una brillante participación. Así, Manuel Fauro ha ideado un tendedero para personas con movilidad reducida o problemas de espalda. Se trata de un ingenioso dispositivo que, pulsando un botón, entra en casa y vuelve a salir por la ventana, sin necesidad de agacharse ni asomarse al exterior.Otra pareja de zaragozanos, Eva Gracia y Kevin Diz, han desarrollado un sistema para reciclar las zapatillas viejas de deporte, con lo que suman un nuevo y curioso elemento a la carrera del reciclaje.
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