miércoles, 2 de marzo de 2011

Las quiebras caerán en 2011 por primera vez en la crisis. 02/03/2011

El número de insolvencias de compañías radicadas en el país bajará un 10% en 2011.

La sangría empresarial que está viviendo España durante la crisis se acerca a su final. El número de insolvencias de compañías radicadas en el país bajará un 10% en 2011, tras cuatro años y medio continuados de subidas porcentuales que alcanzaron hasta los tres dígitos. Así se desprende del informe Perspectivas 2011 de Crédito y Caución, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN.

Será la primera vez en lo que va de crisis en que el número de empresas en bancarrota disminuye. En 2007 la subida era del 10%. En 2008 el volumen de insolvencias subió el 100%. Es decir, nada menos que se duplicó. En 2009 siguió disparándose un 50% sobre el elevado número del año anterior, y en 2010 llegó la estabilización, con un alza leve del 3%, siendo el único de los países de la llamada “periferia” del euro que logró mantenerse.

La recuperación de las quiebras españolas en 2011 no significa una vuelta a la normalidad, ni mucho menos: España es la potencia económica que soporta una mayor carga relativa de deuda corporativa emitida, en relación al PIB (un 47%). Crédito y Caución espera que el país experimente una caída de las insolvencias a medida que sale de la recesión, pero los niveles de quiebras se mantendrán altos”. En efecto, esta tasa sigue siendo elevadísima, pero al menos se frena la sangría. Esa caída del 10% es igual que la de Dinamarca, Holanda y Estados Unidos, sólo superada por el 15% de Irlanda.

El crecimiento económico internacional se ralentizará por los recortes de gasto Pero, en general, el punto de inflexión ya llegó en 2010 a la mayoría de los países: “La mejora de la actividad económica real y la estabilización de las condiciones crediticias han llevado a una bajada generalizada de las insolvencias”, apunta el estudio de Crédito y Caución.

Sin embargo, aún no se pueden lanzar las campanas al vuelo. “Pese a todo, está claro que el elevado nivel de riesgo crediticio ha persistido en 2010”, subraya el informe. Además, las bajadas de ráting siguen superando a las subidas en la Unión Europea, y ya van cuatro años y medio ininterrumpidos en los que esto ocurre. En EEUU ya hay más alzas que descensos.

Déficit

Pero no sólo el ráting de las compañías indica un empeoramiento de la calidad crediticia. La calificación soberana de España y Portugal podría peligrar, a tenor de lo expuesto por Crédito y Caución: “Las consecuencias de las presiones a la deuda de Grecia e Irlanda subrayan el riesgo de un contagio rápido”.

Quizás por estas turbulencias, el estudio muestra que el PIB de España crecerá en 2011 sólo un 0,6%. Es decir, menos de la mitad del 1,3% que dice el Gobierno. Además, según el consenso de Atradius, grupo matriz de Crédito y Caución, el déficit público se reducirá sólo hasta el 6,4% en 2011, cuatro décimas más de lo que prevé el Ministerio de Economía y Hacienda. Además, el mercado laboral español continuará “deteriorándose”,
hasta que la tasa de desempleo se estabilice en el entorno del 20% a
finales de 2011.

Crecimiento mundial lento

A nivel mundial, Crédito y Caución prevé una ralentización del crecimiento de la economía en 2011. Los recortes de gasto estrujarán el avance. “Se ha dejado atrás lo peor de la crisis, pero subsisten incertidumbres sobre la sostenibilidad de la reciente recuperación”, añade.

El comercio global subió un 15% en 2010. Un “gran rebote”, pero “los últimos datos indican que las exportaciones se ralentizan en las economías avanzadas”. Por último, el informe subraya que el crédito vuelve a crecer en Europa.

Bruselas decidirá sobre la morosidad

La Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM) ha instado a la Unión Europea a que dictamine qué ley prevalece a la hora de delimitar los plazos máximos de pago en el sector de la distribución comercial. PMcM cree los hipermercados y los supermercados deberían cumplir la nueva Ley de Morosidad –que elimina la dilación abusiva de los plazos de pago–, y no la Ley de Ordenación del Comercio Minorista (Lorcomin), “que exime al sector de la gran distribución comercial” de atenerse a los plazos que estipula la Directiva europea contra la morosidad comercial. Según la Plataforma, la distribución se está aferrando a la Lorcomin, saltándose la Ley de Morosidad, provocando “que miles de empresas no cobren sus servicios hasta pasados más de 200 días en muchas ocasiones”. Aunque la nueva Ley 15/2010 cambia los plazos de pago a todos los niveles, la gran distribución y los grandes almacenes defienden que lo hace sólo para los artículos de alimentación y no para el resto, argumentando que en éstos se aplica la Lorcomin. Ahora Bruselas deberá decidir si acaba con ese “trato de favor”, según PMcM. Para la Plataforma –impulsora de la nueva norma–, quedan derogadas todas las disposiciones de igual o inferior rango que se opongan a la Ley de Morosidad, salvo si son beneficiosas para los acreedores; por tanto, es también de aplicación a los productos de gran consumo y a aquellos que no tienen la consideración de alimentarios ni de gran consumo.

Fuente: www.expansion.com

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