Por Juan Javier Rodríguez, director general de NEC IT Platform Solutions en España y Portugal.
A diario nos rodean datos catastróficos que muestran el lado más duro de la crisis económica; sin duda, las pymes son las más afectadas. Muchas de ellas se han visto en la necesidad de echar el cierre, mientras que otras apuran, no sin grandes esfuerzos, por no acabar otro mes en números rojos. Ya saben que aquéllas que logren capear la crisis saldrán reforzadas. Al contrario de lo que se pueda pensar en un principio, las pymes pueden y deben sacar el máximo provecho posible de la crisis. En su defecto, formarán parte de una serie de estadísticas que, en un futuro no muy lejano, serán estudiadas como aquellas empresas que no supieron afrontar los cambios que requería el mercado.
Hoy en día resulta imprescindible buscar soluciones que garanticen buenos resultados sin necesidad de contar con un amplio presupuesto, no con el único propósito de superar la crisis, sino con perspectivas de maximizar los beneficios. En este punto, se debe estudiar el grado de eficacia de las empresas. Hay determinados aspectos, tales como la simplificación de las tareas de administración, que permiten gestionar el sistema de forma remota mediante una interfaz web muy sencilla, ayudando a satisfacer las necesidades informáticas sin necesidad de invertir grandes sumas de dinero. Se trata de lo que se conoce como virtualización del puesto de trabajo o DaaS (Desktop as a Service), que forma parte del "cloud computing" al ser un servicio más en la nube.
Algunas de sus ventajas son la facilidad de gestión, reducción de costes, flexibilidad, movilidad, eficiencia energética o aumento de la seguridad. Como principal beneficio se encuentra el poder incrementar la capacidad de una empresa sin necesidad de incorporar una nueva infraestructura (servidores y almacenamiento) y personal dedicado al mantenimiento de la misma, incluyendo las licencias de software.
Ante la crisis mundial, la gran ventaja de la virtualización del puesto de trabajo es la rentabilidad inmediata para las empresas, ya que son servicios que se incorporan a demanda según las necesidades de cada negocio y en cada momento (pago por uso), sin tener que realizar grandes inversiones. Por todo ello, el PC virtual se presenta como la solución idónea ante el enorme gasto que normalmente implica gestionar todo un parque de PCs físicos.
A diario nos rodean datos catastróficos que muestran el lado más duro de la crisis económica; sin duda, las pymes son las más afectadas. Muchas de ellas se han visto en la necesidad de echar el cierre, mientras que otras apuran, no sin grandes esfuerzos, por no acabar otro mes en números rojos. Ya saben que aquéllas que logren capear la crisis saldrán reforzadas. Al contrario de lo que se pueda pensar en un principio, las pymes pueden y deben sacar el máximo provecho posible de la crisis. En su defecto, formarán parte de una serie de estadísticas que, en un futuro no muy lejano, serán estudiadas como aquellas empresas que no supieron afrontar los cambios que requería el mercado.
Hoy en día resulta imprescindible buscar soluciones que garanticen buenos resultados sin necesidad de contar con un amplio presupuesto, no con el único propósito de superar la crisis, sino con perspectivas de maximizar los beneficios. En este punto, se debe estudiar el grado de eficacia de las empresas. Hay determinados aspectos, tales como la simplificación de las tareas de administración, que permiten gestionar el sistema de forma remota mediante una interfaz web muy sencilla, ayudando a satisfacer las necesidades informáticas sin necesidad de invertir grandes sumas de dinero. Se trata de lo que se conoce como virtualización del puesto de trabajo o DaaS (Desktop as a Service), que forma parte del "cloud computing" al ser un servicio más en la nube.
Algunas de sus ventajas son la facilidad de gestión, reducción de costes, flexibilidad, movilidad, eficiencia energética o aumento de la seguridad. Como principal beneficio se encuentra el poder incrementar la capacidad de una empresa sin necesidad de incorporar una nueva infraestructura (servidores y almacenamiento) y personal dedicado al mantenimiento de la misma, incluyendo las licencias de software.
Ante la crisis mundial, la gran ventaja de la virtualización del puesto de trabajo es la rentabilidad inmediata para las empresas, ya que son servicios que se incorporan a demanda según las necesidades de cada negocio y en cada momento (pago por uso), sin tener que realizar grandes inversiones. Por todo ello, el PC virtual se presenta como la solución idónea ante el enorme gasto que normalmente implica gestionar todo un parque de PCs físicos.
Ahora disponemos de la tecnología. Tan solo necesitamos ponerla en marcha y adaptar nuestra visión de negocio a nuevos tiempos, justo cuando se está produciendo una transición a un modelo más productivo, siempre bajo la mentalidad de renovarse o morir.
Fuente: www.economiadehoy.com
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