miércoles, 31 de agosto de 2011

¿Deberian las micro-empresas estar exentas de presentar cuentas? 31/08/2011

La Unión Europea estudia desde 2009 la posibilidad de que las microempresas queden exentas de la obligación de depositar sus cuentas anuales en el Registro Mercantil. A estos efectos, una microempresa es aquella que cumple dos de las siguientes tres condiciones: tener menos de 10 empleados, facturar menos de un millón de euros o contar con un balance inferior a los 500.000. Alrededor del 75% de las 1.300.000 empresas españolas encajan en esa definición.

Crédito y Caución e Iberinform han realizado conjuntamente un primer estudio para conocer la opinión de los directivos españoles vinculados a la gestión financiera acerca de la medida. El trabajo de campo ha sido realizado entre los meses de junio y julio de 2011, a través de 497 entrevistas a profesionales relacionados con el Credit Management en sus respectivas organizaciones.

Las empresas españolas se muestran muy divididas acerca de las bondades y los problemas que plantea este proyecto legislativo. De cada 10 profesionales entrevistados, cuatro apoyan y cuatro rechazan que las empresas con una facturación inferior al millón de euros estuviese exenta de depositar sus cuentas en el Registro mercantil.
La polarización de la opinión es absoluta. El 28% de los profesionales están muy en desacuerdo con la medida, dándole la mínima puntuación, y el 33% muy de acuerdo.

Menos cargas administrativas...
La división de opiniones entre los profesionales españoles reproduce, en realidad, el propio debate europeo. La propuesta busca disminuir los recursos que las microempresas europeas dedican a lo que consideran, procesos burocráticos que no les aportan valor para que puedan orientarlos hacia tareas vinculadas con su crecimiento. Se calcula que si todos los Estados miembros eximieran a las microempresas de presentar las cuentas anuales, la propuesta podría suponer un ahorro de 6.300 millones de euros.


La mayoría de los profesionales españoles, cuatro de cada diez, se muestran de acuerdo con que la medida ayudará, tal y como persigue, a que las pequeñas y medianas empresas logren reducir sus costes y cargas administrativas. El 23%, de hecho se muestran muy de acuerdo con esta afirmación. No obstante, resulta relevante que tres de cada diez opine lo contrario, lo que sólo se explica desde el convencimiento de que las empresas no podrán eludir la necesidad de dar información financiera sobre su actividad a proveedores y entidades financieras para mantenerse en el mercado.

¿Cómo se explica, como plantean estos profesionales, que las empresas puedan llegar a tener más cargas administrativas si se implementa esta medida? Al no desaparecer la necesidad de información, las empresas, en vez de presentar sus cuentas una sola vez al año en un modelo estructurado, tendrán que hacer frente a un elevado número de solicitudes de información, adaptándose a los diferentes formatos que comiencen a usar sus socios comerciales.

...y más problemas financieros
Esa misma es la opinión de algunos miembros de la Unión Europea que no han dado a la medida la acogida esperada. Frente al impulso de Alemania o Gran Bretaña, países como Francia, Italia o Bélgica han puesto sobre la mesa las mayores dificultades de acceso al crédito, tanto financiero como comercial, que deberán afrontar las empresas que opten por no depositar sus cuentas anuales.


Sin duda, los profesionales españoles del credit management se muestran ampliamente de acuerdo con que esta será una de las consecuencias claras de la medida. Seis de cada diez creen que la medida dificultará el acceso de las pequeñas y medianas empresas a obtener financiación frente a uno de cada diez que opina lo contrario.
En caso de que esta medida llegue a llevarse a efecto, sólo una de cada diez empresas, el 8,5% para ser exactos, no incrementarán el uso de herramientas para compensar la falta de información financiera acerca de sus clientes.


El 56,5% de los profesionales consultados utilizaría proveedores externos de información comercial y financiera para formarse una opinión sobre la solvencia de sus clientes y un 55,8% solicitaría las cuentas directamente al cliente. Por último, casi un 20% utilizaría otras herramientas de credit management, como el seguro de crédito para gestionar la mayor complejidad en la gestión de riesgos de impago que una medida de este tipo generaría.

De acuerdo con la experiencia de Iberinform, que todos los años realiza más de 600.000 entrevistas a empresas y autónomos, las empresas españolas no están habituadas a facilitar información propia a terceros considerándolo, incluso, una intromisión en su actividad. De implementarse esta medida, las empresas se verán obligadas a modificar esta cultura y adaptarse a un mayor nivel de transparencia para generar la confianza que el mercado les demanda.


Fuente: www.creditoycaucion.es/cycnews

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